Historia

Nuestra historia comienza en 1932, en pleno corazón de Tierra de Campos, cuando Leoncia Ruiz Barrientos funda La Flor de Castilla. Desde entonces, son tres las generaciones que han regentado nuestra panadería y repostería, transmitiendo de padres a hijos recetas que, con casi un siglo de antigüedad, perduran y son aval de la calidad y tradición que respaldan los dulces elaborados en nuestros hornos.

Durante estos noventa años de vida las elaboraciones de La Flor de Castilla se han consolidado como referente de la repostería de la comarca. Tanto es así que, durante la década de los años 50 y 60, decenas de personas acudían a nuestro obrador para hacer dulces en fechas señaladas como eran, y siguen siendo, Navidad, Semana Santa y fiestas patronales. Nuestros bollos de aceite, pelusas y bollos bañados denotan el respeto por los procesos y el buen hacer que prima en nuestros obradores.

Aunque, sin duda, si hay un producto que otorga reconocimiento a nuestro trabajo, son las rosquillas de palo, que en la Semana de Pasión moldean diversas siluetas, dando sabor a la Semana Grande de Medina de Rioseco.